Liétor volvió a llenarse con el Roche

¡Las calles de Liétor volvieron a llenarse de senderistas con la celebración de la XIV Ruta del Roche!

El pasado sábado día 11, las calles de Liétor volvieron a llenarse de senderistas con motivo de la celebración de la XIV edición de la Ruta del Roche, una actividad cultural y deportiva organizada conjuntamente por el Grupo Museo de Liétor y el Centro Excursionista de Albacete. El recorrido de esta edición partió de la presa del Talave, continuando por el valle del río Mundo hasta llegar a Liétor, en un recorrido que coincidió en gran parte con el sendero de gran recorrido GR-67, llamado también Sendero del Mundo.

Los casi trescientos participantes de esta XIV Ruta del Roche, record absoluto en las catorce ediciones celebradas hasta ahora, guiados en todo momento por los bandoleros de la partida de Roche, aparte de disfrutar de las vistas espectaculares del río Mundo, pasaron por lugares tan emblemáticos como la ermita de Santa Bárbara, lugar de romería a primeros de mayo desde Liétor. Bajo esta ermita, varios miembros del Grupo Museo de Liétor, vestidos con los trajes típicos de la población, ofrecieron un ágape a los participantes, con diferentes licores y hojuelas con miel, un dulce típico de Liétor.

El recorrido discurrió también, antes de llegar a Liétor, por el paraje conocido como Los Infiernos, donde en 1985 un grupo de jóvenes descubrió un ajuar musulmán del siglo X, compuesto por diferentes armas, útiles de labranza y un par de candiles zoomorfos de bronce, piezas de un gran valor histórico, expuestas actualmente en el Museo Provincial de Albacete. Se llegó a esta población del Mundo por la presa del Azud, donde se pudieron disfrutar de unas increíbles vistas de las casas de este hermoso pueblo, construidas colgadas sobre una enorme pared rocosa.

Después de degustar en el bar La Parra de Liétor algunos platos típicos del pueblo, el Centro Excursionista de Albacete, por medio de su presidente Pascual Valls Cantos, hizo entrega al presidente del Grupo Museo de Liétor, Rafael Díaz Rodríguez, de una placa de agradecimiento por la intensa labor llevada a cabo por esta asociación en la organización de esta ruta senderista y cultural. En el acto de entrega se pronunciaron también unas palabras de recuerdo a don Francisco Navarro Pretel, cura párroco de Liétor fallecido hace algo menos de un año, que fue uno de los principales promotores de esta ruta.

Visita cultural a la población.

Tras la comida, María Dolores Poza y Javier García, miembros del Grupo Museo de Liétor, dirigieron una visita guiada a la población, en la que se pudo conocer algunos de sus principales monumentos, como las casas señoriales de las familias Escobar y los Tovarra, la ermita de Belén y la iglesia del antiguo convento de San Juan de la Cruz, donde llamó la atención, sobre todo, el órgano fabricado por suscripción popular en 1993 y la cripta, que guarda en su interior varios cuerpos momificados de antiguos monjes carmelitas y familiares de benefactores del convento. También se pudieron visitar los miradores de la Plaza del Conde y de la Cueva del Pilancón, con unas impresionantes vistas panorámicas sobre el cauce del río. En el último de ellos, el del Pilancón, se ha instalado una tirolina de 400 metros, que sin duda es la más alta del Mundo.

Fueron los ingredientes perfectos, naturales y culturales, para pasar una jornada inolvidable, a la que acompañó el buen tiempo, una auténtica jornada festiva en la que los participantes pudieron disfrutar de la hermosa naturaleza y de los grandes tesoros histórico-artísticos que guarda esta población situada por encima del Mundo.

Homenaje a don Paco, uno de los principales promotores de esta ruta.

Esta ruta tuvo su nacimiento en el año 2008 y fue uno de sus primeros iniciadores don Francisco Navarro Pretel, don Paco, como le llamábamos todos los amigos, que era siempre el auténtico protagonista de la jornada. Don Paco nos dio a conocer la historia y leyenda de Ramón García Montes, conocido como Roche, el coronel carlista que se hizo bandolero poco antes de acabar la tercera de las guerras civiles que asolaron nuestro país a lo largo del siglo XIX, que fue el pretexto perfecto para iniciar esta ruta y dar a conocer con ella los valores naturales y culturales de esta población del Mundo.

Don Paco vivía como nadie esta Ruta del Roche, poniendo toda su alma en la organización de esta jornada de fiesta en Liétor. Lo mismo se vestía de bandolero, trabuco en mano, que se colgaba el hábito de los monjes guerreros de la Orden de Santiago, orden en la que sin duda hubiera militado de haberle tocado vivir en tiempos del Medievo. Otras veces, disfrazado con una larga peluca, cogía la guitarra para interpretar algún romance popular e incluso ofrecía algún pequeño concierto de órgano en las visitas que dirigía a los templos cristianos. Queremos con estas líneas guardar su memoria y hacer un pequeño homenaje a una gran persona que siempre acaparó las simpatías y el cariño de todos los participantes en esta ruta, un hombre que puso su empeño como nadie en difundir la cultura y la naturaleza de Liétor, de enseñarnos, en definitiva, a admirar y amar a esta población.

Antonio Matea Martínez